Pensamiento Crítico, qué es

Pensamiento Crítico: qué es y cómo desarrollarlo

La habilidad del pensamiento crítico es muy valorada en la actualidad, tanto en el terreno profesional como personal. Sin embargo, la inmensa mayoría de las personas no saben exactamente en qué consiste o cómo desarrollar este tipo de pensamiento.

¿Quieres conocer qué es el pensamiento crítico y cómo desarrollarlo? En este artículo, explicamos en qué consiste y cómo mejorar esta capacidad en un mundo sobresaturado de información.

¿Qué es el pensamiento crítico?

El significado de pensamiento crítico se refiere a reflexionar de forma clara y racional al mismo tiempo que se comprenden las conexiones lógicas entre diferentes ideas. Es decir, el pensamiento crítico es la capacidad para cuestionar, analizar, interpretar y emitir un juicio sobre los sucesos o las cosas que lees, escuchas o dices. Por tanto, este tipo de pensamiento lleva implícito pensar de forma activa en lugar de hacerlo de forma pasiva.

Una persona que piensa de manera crítica, en primer lugar, identifica el problema o tema principal y después analiza la información. A continuación, resuelve un problema o construye una argumentación propia basada en hechos contrastados o evidencias. Por lo tanto, pensar de forma crítica es todo lo contrario a tomar decisiones o solucionar problemas bajo el instinto, la intuición o las creencias.

El pensamiento crítico tiene como objetivo hacer juicios, argumentar o llegar a conclusiones en base en una información fidedigna. Al contrario de lo que muchas personas creen, el objetivo del pensamiento crítico no es encontrar errores o fallos sino hallar evidencias.

En definitiva, tener una mentalidad basada en el pensamiento crítico significa ser capaz de desglosar un problema,  mediante el análisis e interpretación de la información para llegar a un juicio informado.

¿Por qué es importante el pensamiento crítico?

El pensamiento crítico es importante para la vida en general, pero especialmente es importante en el mundo de los negocios. El Foro Económico Mundial considera que ser capaz de pensar críticamente es una de las habilidades más importantes en el lugar de trabajo.

Otro dato que revela su importancia es que el 60% de las empresas consideran que existe una brecha entre la formación universitaria y la capacidad para pensar críticamente alcanzada por los titulados. Las empresas necesitan personas que sean capaces de analizar grades volúmenes de información y extraer las conclusiones apropiadas que permitan tomar las mejores decisiones para el futuro de la empresa y de las personas que la integran.

Si bien, en la actualidad con ayuda de la tecnología se puede recopilar e interpretar cantidades masivas de datos e información, la capacidad de analizar y actuar según los datos sigue siendo una capacidad exclusiva de los humanos.

En el ámbito de la formación superior de posgrado, los programas Master of Business Administration (MBA) más prestigiosos, ponen énfasis en el desarrollo del pensamiento crítico porque es considerado una habilidad fundamental que deben tener los directivos. Los alumnos durante el periodo formativo de este master de administración y dirección de empresas, se exponen a múltiples escenarios que se dan en el mundo real de las empresas con el objetivo de poner a prueba sus capacidades y mejorar la habilidad de pensar críticamente. La finalidad de este entrenamiento es la comprensión de problemas complejos que afectan a los negocios y encontrar soluciones efectivas.

De hecho, el pensamiento crítico forma parte del día a día de las empresas. En el mundo de los negocios, la creatividad y la innovación no son suficientes para cambiar los resultados e impulsar el crecimiento. Lo verdaderamente importante es la capacidad de las personas para analizar y evaluar desde una perspectiva crítica una oportunidad y los riesgos asociados.

Beneficios de pensar críticamente

Desarrollar y practicar el pensamiento crítico tiene ventajas tanto a nivel profesional como personal. Los principales beneficios son:

  • Ayuda a resolver problemas.
  • Permite contrastar o comprobar la veracidad de una información.
  • Mejora la comprensión de temas o problemas complejos.
  • Estimula la creación de nuevos argumentos y de aportar nuevos conocimientos o ideas.
  • Facilita la tomar de decisiones óptimas partiendo de la lógica, la reflexión y el análisis de la información veraz.
  • Contribuye a entender otros puntos de vista o perspectivas.

Por qué es importante el pensamiento crítico

¿Cuáles son los elementos principales del pensamiento crítico?

Las elementos o aspectos que están presentes en un proceso de pensamiento crítico están interconectados y son los siguientes:

  1. Análisis de fuentes y argumentos. Desglosar y examinar en detalle la información es el paso preliminar que ayuda a comprender un problema. En lugar de dejarse llevar por impresiones, intuiciones u opiniones sin verificar, el análisis facilita identificar tendencias, patrones e incluso falsedades en las fuentes de información.
  2. Interpretación. Se trata de formar una opinión sobre la información analizada. Desde un punto de vista neutral, se debe reflexionar sobre la validez de la información analizada.
  3. Inferencia. Una vez que se haya entendido las diferentes perspectivas de una idea o problema, es necesario sacar conclusiones basadas en evidencias. Es decir, a partir de las diferentes premisas, se trata de ver las posibles relaciones, realizar deducciones y usar la lógica para obtener conclusiones.
  4. Evaluación. Durante un proceso de pensamiento crítico hay que juzgar la calidad o la validez de la información obtenida. Verificar y evaluar la validez es fundamental en base a tomar decisiones.
  5. Argumentación. La comunicación clara de los resultados, razonamientos e hipótesis es otro de los elementos presentes en un pensador crítico. La creación de argumentos implica sintetizar las ideas extraídas del análisis y realizar una evaluación de éstas.
  6. Control. Ser capaz de gestionar nuestras formas de pensar. Al igual que es malo desconfiar de todo, también lo es creer cualquier hipótesis o pensar que nosotros tenemos razón. Por lo tanto, ser consciente de los pensamientos ayuda a ir más allá, buscar información fiable y, en consecuencia, llegar a conclusiones veraces.
  7. Flexibilidad. Abrir la mente hacia la consideración de otras alternativas y opiniones, es otro de los puntos que construyen el pensamiento crítico. Por ejemplo, imagina que alguien cree que el deporte no ayuda a mantener un cuerpo sano. Esa persona, si no abre la mente a escuchar que la práctica de deporte es muy positiva tanto para el cuerpo como para la mente, no podrá comprobar los beneficios en su salud.
  8. Solución de problemas. Definir o realizar una síntesis del problema a resolver y de la causa que lo ha provocado, ayuda a generar ideas y a encontrar la solución.

Elementos del pensamiento crítico

¿Cómo desarrollar el pensamiento crítico?

El pensamiento crítico es una habilidad que se aprende y se entrena. Nadie nace con una mentalidad crítica. En realidad, es una forma de pensar que se aprende y se mejora a través de la práctica y de la aplicación.

Convertirse en un pensador crítico requiere adoptar 3 hábitos fundamentales. El primer hábito que fortalece la habilidad del pensamiento crítico es cuestionar todo lo que se da por supuesto. Es decir, tanto a nivel personal, profesional o empresarial, es necesario probar todas las hipótesis. Para ello puedes realizar entrevistas o encuestas a las personas que consideres oportunas, por ejemplo, a los consumidores de un producto. Lo importante es realizar acciones que tengan como resultado obtener datos que validen cualquier tipo de hipótesis o supuesto.

El segundo hábito consiste en razonar de forma lógica. Es decir, se trata de entrenar el pensamiento lógico. Esto se puede hacer mediante el análisis segmentado de la información que poseemos, la comparación, y la determinación y diferenciación de diferentes premisas o procedimientos que hayan surgido de experiencias previas. De esta forma, podemos aplicar el sentido común a todos los sucesos o cosas que nos rodean y llegar paso a paso a una conclusión.

Por ejemplo, si nuestro deseo es expandir nuestra empresa a otros mercados, será necesario en primer lugar, investigar previamente cada territorio o a los consumidores para comprobar si existe la necesidad de ese producto. Un producto tecnológico novedoso puede venderse en algunos países de Europa, pero no en países subdesarrollados, por ejemplo.

El tercer hábito que ayuda a desarrollar el pensamiento crítico es tener una mente abierta. Escuchar, debatir y explorar diferentes opiniones o creencias sobre un asunto es la forma más adecuada para entrenar este hábito. Ampliar la red de contactos profesionales y sociales, así como salir de la zona de confort, ayuda a diversificar las visiones o perspectivas sobre un asunto.

Cada uno de los hábitos mencionados puede practicarse cada día. Recuerda que la práctica hace al maestro y, por tanto, se puede aprender y desarrollar el pensamiento crítico cada día.

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