Transformación digital en las estaciones de tren

La transformación digital en las estaciones de tren

En pleno mes de julio, los andenes de tren se llenan de pasajeros con destino a desconectar de la rutina. Entre el vaivén de las maletas, lo que sí parece instalarse definitivamente es la transformación digital en las estaciones.

El verano se ha convertido en la mejor época para demostrar que la digitalización ya es una realidad. En este sentido, Adif se ha tomado muy en serio la transformación digital en las estaciones preparando un plan que acaba de sacar a concurso público. Estaciones más inteligentes y preparadas, con conexión a redes 4G y 5G son algunas de las propuestas que pretenden satisfacer las necesidades de los viajeros a través de este plan. Mientras tanto, ya ha empezado a poner en marcha otros avances como la conexión wifi en sus trenes AVE.

La compañía de ferrocarril se ha mentalizado de cuán necesario es crear espacios más eficaces y eficientes, con nuevas tecnologías que mejoran la calidad de vida de cada usuario y la interoperabilidad entre distintos medios de transporte. Como Adif, son muchas las empresas que sitúan en el epicentro de sus estrategias la digitalización. No hacerlo supondría un riesgo para ellas. A las puertas de la cuarta revolución industrial, hay mucha en juego: su supervivencia en el mercado.

No se trata solo de un cambio en la empresa. Es una transformación de la empresa que se consigue gracias a un enfoque transversal en el que participan todos los profesionales, comprometiéndose a hacer realidad este proceso que pasa por distintas áreas: la gestión, el diseño, la producción, la comercialización, la distribución…

Según una encuesta de Roland Berger para Siemens, España se sitúa en el puesto 45 en nivel de digitalización.

El verano es un buen momento para observar y analizar cómo están llevando a cabo este proceso algunas de las compañías de nuestro país. Pero antes, te dejamos las 8 claves de este fenómeno:

  • Situar al cliente en el centro de las estrategias.
  • Tener una visión de 360º. Ser omnicanal te permitirá crear campañas con acciones y mensajes que se distribuyan en diferentes canales de comunicación para llegar al cliente objetivo de la empresa.
  • Identificar los factores de riesgo a través de un análisis DAFO antes de tomar decisiones.
  • Flexibilidad y rápida capacidad de respuesta para adaptarse a los cambios.
  • Elegir perfiles más cualificados y especializados. Su talento marcará la diferencia.
  • El bigdata porque, como sabemos, sin datos, no hay información. Y por lo tanto, tampoco estrategia ni dirección.
  • Crear un departamento de marketing que permita aumentar los ingresos de una empresa, desarrollar técnicas creativas e innovadoras en publicidad y atención al cliente, realizar investigaciones de mercado y posteriormente tomar decisiones en base a los resultados. Y, aunque parezca una obviedad, integrar las redes sociales dentro del área de marketing de forma acertada.
  • Un plan de ciberseguridad para afianzar las medidas tecnológicas.

Hay mucho en juego. Cambiar el modelo productivo y abrir la brecha digital supone hacer el sistema más competitivo y resistente a los ciclos económicos que, en ocasiones, amenazan la estabilidad de las compañías. Por el camino, algunas se equivocan o incluso se quedan atrás porque no entienden el proceso, no saben cómo gestionarlo o no tienen a su alcance las herramientas necesarias aunque, si hay un obstáculo peligroso, es el de la mentalidad. Aun así, no todo está perdido. La actitud, la predisposición y las ganas de conseguirlo son los mejores antídotos.

En una cara de la moneda, esfuerzo y recursos. En la otra, resultados. O lo que es lo mismo: competitividad, innovación y expansión. La digitalización es un reto que ninguna empresa debería dejar escapar. Sobre todo cuando sabemos que el tiempo no está dispuesto a darnos una tregua.

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