La rentabilidad constituye la piedra angular de cualquier empresa o pyme. En su búsqueda, las organizaciones suelen desarrollar estrategias que se centran principalmente en el incremento de las ventas. Sin embargo, en un Máster en Dirección de Empresas, se profundiza en otro tipo de maniobras que pueden ayudar a las empresas a alcanzar mejoras en las cotas de rentabilidad, y a superar una coyuntura de crisis en su crecimiento como la que ha sacudido el mercado en los últimos 10 años. La reducción de costes de forma eficiente puede ayudar a la corporación a que los beneficios vuelvan a situarse por encima de los gastos. En este artículo vamos a analizar diferentes formas de reducir costes en las empresas.
¿Por qué es necesario reducir costes en las empresas?
Ante una situación de crisis que resiente los resultados económicos, la primera apuesta de las empresas es el incremento de las ventas. Aumentar las ventas puede suponer una inyección de capital a corto plazo. No obstante, este incremento de ingresos dependerá del mercado, así como del consumidor y de otros factores contextuales.
Por el contrario, la reducción de costes suele ser una estrategia menos evidente a pesar de que puede reportar numerosos beneficios a largo plazo. Esta táctica quizá resulte más laboriosa de implementar ya que suele suponer la mutación de la propia configuración empresarial. Pero el ahorro de costes no se debe observar como un perjuicio sino como una oportunidad para que la empresa tome conciencia y control sobre su propia estructura.
La reducción de costes debería ser un objetivo constante en los planes de las corporaciones. Esperar a que sea una crisis la que detone la decisión de ahorro es un planteamiento deficiente. Equilibrar y disminuir los gastos debe ser un trabajo constante para las empresas. Solo así es posible organizar presupuestos de forma eficiente y aumentar la competitividad.
La clave reside no en reducir los costes sino en optimizarlos. Para ello es preciso analizar todos los procesos de la empresa (producción, desarrollo y venta) y ver cuáles pueden ser objeto de una mejor gestión.
Formas de reducir costes en las empresas
Muchas corporaciones asimilan la tarea de reducir costes al despido de personal o a la disminución de los precios a proveedores cayendo en un craso error. Estas medidas, lejos de suponer una solución, pueden implicar que la situación de crisis o falta de beneficios se agrave puesto que, probablemente, derivarían en una atención al cliente deficiente con la consiguiente caída de reputación, y en una reducción de la calidad.
Reducir costes pasa por otra serie de soluciones alternativas. A continuación, desglosamos algunas de ellas.
Gestión correcta de stocks
Una gestión de stock ineficiente desemboca en una pérdida de recursos económicos ocasionada por el capital inmovilizado empleado en la fabricación y por los costes de almacenamiento derivados del espacio que ocupa la mercancía. Además, cuando el inventario no se administra de forma adecuada puede derivar en una rotura de stock que equivale a la insatisfacción de la demanda, y a la pérdida de ventas.
Por todo ello, una correcta optimización del stock es clave para reducir costes. En este sentido, es trascendental prestar atención a indicadores como la tasa de rotación de stock o la tasa de defectuosos. El control del stock revierte en un ahorro directo de dinero.
Ahorro en telecomunicaciones
Aspectos tan cotidianos como la telefonía son claves para reducir los costes en la empresa. La comunicación es necesaria en un negocio y en ella se invierten recursos que son susceptibles de ahorro. La optimización de los gastos en teléfono y telecomunicaciones puede suponer un ahorro medio de un 33% para las empresas.
Revisar las facturas de los servicios de telefonía tanto fija como móvil es vital. Las compañías telefónicas ofrecen tarifas planas que pueden resultar de interés. También conviene comparar precios y estudiar aquellas líneas tanto de teléfono como de Internet inactivas.
Asimismo, plantearse el uso de servicios, plataformas y aplicaciones de mensajería gratuitas, que además permiten la creación de grupos de trabajo, como Skype, Slack, Google Hangouts o WhatsApp, pueden revertir en un ahorro directo.
Control de los gastos energéticos
La electricidad y los sistemas de climatización pueden suponer un gran desembolso para las empresas, en mayor medida para aquellas relacionadas con el sector industrial. Optimizar los gastos energéticos es posible si se logra implicar al personal. Desconectar aquellos aparatos que no precisen estar en funcionamiento en determinados horarios, así como optimizar la distribución física de una oficina para facilitar el acceso a la luz natural, son gestos sencillos que pueden ayudar a reducir costes.
Optar por negociar con las comercializadoras de luz y gas para contratar el suministro en grupo, o comparar diferentes ofertas son otros pasos para reducir los costes.
Revisión de costes de logística
El transporte es otro de los agujeros negros que conlleva la pérdida de capital para las empresas si no se gestiona de forma adecuada. Sin embargo, para gran cantidad de corporaciones es indispensable contar con estos servicios de logística. Por este motivo, hay que poner ahínco e interés a la hora de seleccionar el proveedor logístico que mejor se adapte a las necesidades de la empresa y del cliente. El mercado ofrece una amplia oferta de operadores. Comparar para elegir el adecuado e incluso trabajar con varios proveedores a la vez, ya que uno puede suplir las carencias de otro, son formas de reducir costes a tener en cuenta.
De igual modo, no hay que dejar pasar desapercibidos aquellos gastos que suponen una disminución del beneficio como una las devoluciones, el deterioro de productos por envíos inadecuados, las pérdidas de paquetería o los retrasos en las entregas, entre otros.
Eliminar líneas o productos no rentables
Cuando una empresa está malgastando capital para mantener viva una línea de negocio o un producto con ratios de venta deficientes y altos costes de producción o mantenimiento, comete un error. Poner foco en aquellos servicios o productos que mayor rentabilidad confieren a la empresa es necesario para ahorrar tiempo y recursos.
Recurrir al uso de las nuevas tecnologías
Las nuevas tecnologías son grandes herramientas que las empresas deben implementar de inmediato en su funcionamiento. Su uso en sus múltiples formas (softwares de gestión, redes sociales, cloud computing,…) desemboca en un ahorro de costes importante en ámbitos como la atención al cliente, la selección de personal, el control del inventario, la papelería, la administración o la contabilidad. Las gestiones se tornan más efectivas, merman los costes operativos, y se reduce el gasto en personal destinado a estos procesos, entre otras ventajas. Estar actualizado en las últimas tendencias de gestión de negocios y priorizar en estrategias contribuyen al aumento de la competitividad de la empresa.
Reducir costes innecesarios en la empresa pasa por llevar a cabo un análisis pormenorizado de aquellas actividades susceptibles de ahorro. Este examen es el que guiará las actuaciones posteriores entre las que puedes implementar las citadas en este artículo. Una vez efectuadas estas estrategias de ahorro en un plazo determinado es aconsejable revisar de nuevo los balances de cuentas para apreciar las mejoras. Recuerda que la optimización de costes debe ser una aliada permanente en tu empresa.
Si tienes interés en obtener más información sobre principios de administración novedosos y eficientes te recomendamos que leas el artículo Conceptos de Gestión Empresarial Innovadora.